Tarta de chocolate y avellana

Parece que poco a poco voy cogiéndole el punto a la manga pastelera, entre que yo soy de manos calientes y no tengo soltura con ella, no se pueden imaginar los churros que me salen.

Hace unas semanas estuvo en casa una amiga con la que estuve practicando y ayudándome a dominarla. También estuvimos haciendo macarons, no quedaron muy bonitos, pero estaban buenos a morir, espero que dentro de poco puedan asomarse a esta ventana.

La tarta de hoy es una auténtica delicia, un bizcocho que ya es un clásico en casa y que admite muchas variantes. Es el mismo que utilicé para la tarta de cumpleaños de mi hija, cuando cumplió los 20 años, ¿se acuerdan? La pueden ver aquí, lo que sufrí al decorarla en aquella ocasión, no había manera que se mantuviera la trufa en su sitio, a medida que la iba decorando se resbalaba, qué sufrimiento, aún así no podía dejar de publicarla porque fue un cumpleaños muy especial.

En este caso aromaticé el bizcocho con avellana y el café también era con sabor a avellana, todo un acierto.

La crema que utilicé para el relleno y la cobertura también está hecha con pasta de avellana, nos ha encantado, ni las miguitas quedaron. El sabor a avellanas es increíble en todo el conjunto y la combinación con el chocolate no puede ser mejor, una auténtica delicia que recomiendo!!!

Sin más preámbulos vamos a ver qué necesitamos!!!

Ingredientes para el bizcocho (tres moldes de 18 cm):

• 140 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 275 gr de azúcar morena
• 30 gr de chocolate negro (70%)
• 45 gr de cacao en polvo
• 165 ml de café expresso
• 83 ml de leche desnatada
• 180 gr de harina de repostería
• 1 cucharadita de bicarbonato sódico
• 1/2 cucharadita de sal
• 3 huevos
• 2 cucharadas de pasta de avellanas
• 1 cucharada de pasta de vainilla

Ingredientes para el almíbar:

• 150 ml de agua
• 150 gr de azúcar

Ingredientes para la crema de avellanas:

• 400 gr de Icing Sugar
• 400 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
• 3 cucharadas de pasta de avellana

Preparación del bizcocho:

Precalentamos el horno a 170º.

Engrasamos los tres moldes, le colocamos un círculo de papel de hornear en la base y volvemos a engrasar con una brocha, reservamos.

Ponemos al fuego un cazo, agregamos el chocolate troceado, el cacao en polvo tamizado y el café caliente. Batimos con unas varillas hasta que se forme una crema. A continuación añadimos la leche y seguimos batiendo. Reservamos.

En un bol tamizamos la harina, sal y bicarbonato, removemos con unas varillas y reservamos.

En el bol del robot, con la pala, batimos la mantequilla con el azúcar, a velocidad media unos 3 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla esté cremosa y el color sea clarito.

Sin dejar de batir, a velocidad baja, añadimos los huevos de uno en uno, no agregar el siguiente hasta que el anterior esté bien integrado.

Añadir las pastas de avellana y vainilla y batir ligeramente hasta que se integren.

Paramos la máquina, repasamos con una espátula los bordes y el fondo, integrando bien toda la crema.

A velocidad baja, incorporamos la harina de tres veces, alternado con la mezcla de chocolate que teníamos reservada. Empezando y terminando con la harina. No batir en exceso, lo justo hasta que esté todo mezclado, si es necesario terminar de integrarlo todo con la espátula.

Repartimos la mezcla en los tres moldes y horneamos durante 20-25 minutos o hasta que el palillo salga limpio.

Pasamos los moldes a una rejilla durante 30 minutos. Desmoldamos, retiramos el papel de la base y dejamos enfriar completamente en la rejilla. Una vez fríos, los forramos con papel film y guardamos en la nevera hasta el montaje. Este proceso se puede hacer de un día para otro.

Preparación del almíbar:

Ponemos al fuego un cazo con el azúcar y el agua, una vez haya hervido y el azúcar se haya disuelto, retiramos y reservamos.

Preparación de la crema de avellanas:

En el bol del robot, ponemos la mantequilla y el icing sugar tamizado, batimos durante 1 minutos a velocidad baja hasta que se integre la mezcla y no salpique, en cualquier caso es conveniente tapar la máquina con un paño al principio del batido. Subimos la velocidad al máximo y batimos durante 5 minutos, hasta que veamos que la mezcla está homogénea y cremosa. Añadimos la pasta de avellana y batimos unos minutos más hasta que se integre.

Montaje de la tarta:

Colocamos uno de los bizcochos boca abajo en el plato o stand donde vayamos a presentarla. Para no ensuciar el plato, colocamos cuatro trozos de papel de hornear bajo la placa del bizcocho, sólo un poquito para que al tirar de ellos salgan de manera fácil sin estropear nuestra cobertura.

Con una brocha pincelamos el bizcocho con el almíbar. Añadimos una capa generosa de crema de avellanas y con una espátula repartimos por toda la superficie, no importa que sobresalga por los lados.

Colocamos sobre la crema otro bizcocho y repetimos la operación, primero el almíbar y luego la crema.

Finalmente colocamos el último bizcocho, lo empapamos con el almíbar y cubrimos toda la tarta con una capa fina de crema. La llevamos a la nevera durante media hora para que se enfríe la crema antes de continuar.

Una vez ha solidificado la primera capa de crema aplicamos otra capa fina por toda la superficie y laterales. 

Ponemos el resto de crema en una manga pastelera con una boquilla circular y comenzamos a poner bolitas de crema. Ahora tenemos que ir con más rapidez, para que no se caliente la crema, en caso de suceder, ponemos la manga unos minutos en la nevera. Comenzamos por la superficie, poniendo una bola de crema en el centro de la tarta, con una espátula pequeña arrastramos de la mitad hacia la derecha, ponemos otra sobre la parte que ha quedado extendida y repetimos la operación a la vez que vamos girando la tarta y formando una espiral hasta llegar al borde. Si tienes un plato giratorio es más fácil. Para decorar los laterales, comenzamos poniendo una bola de crema por debajo del borde de la tarta, de arriba a abajo, formamos una fila vertical y a medida que vamos poniendo un pegote deslizamos con la espátula hacia la derecha, repetimos esta operación por todo el contorno de la tarta.

Una vez decorada, retiramos con cuidado el papel y conservamos en la nevera, sólo tenemos que  sacarla con antelación para tomarla en su punto.
Sólo queda emplatar una porción y disfrutar!!!