Hoy toca salado y dos recetas en una. Me encantan los pimientos, de todas las maneras, pero tengo debilidad por los pimientos asados. He probado casi todos los que existen en el mercado y la mayoría de los veranos regresaba cargada de botes de pimientos caseros. Harta del sobrepeso en la maleta, y algún susto que otro cuando se me abrió mas de un bote, pensé que no tenía que ser tan difícil y empecé a buscar recetas. Hay tantas en la web!!! Hay quien los asa sobre una rejilla y carbón, otros en microondas, otros en horno y otros a la piedra, así que opté por la del horno, principalmente porque de lo otro no tenía. Unos le echan aceite antes, otro no; unos los embotan directamente después de cortarlos y yo los he salteado con la guindilla para que cogiera más sabor. Así que estos pimientos son el resultado de un mix, con mi toque personal, ¡¡la guindilla!! No lo puedo evitar, me vuelve loca el picante.
Para cinco o seis botes como los de la foto, he utilizado:
- Diez pimientos rojos grandes, bien firmes, sin arrugas ni magulladuras
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Ajo
- Guindilla
Lavar bien los pimientos, secar y poner en la bandeja del horno sobre papel sulforizado. Sazonar y echar un poco de aceite por todos sus lados y colocar la bandeja en la parte superior del horno en modo grill a 200 grados. Los voy vigilando y cuando la piel se va poniendo negra les voy dando un cuarto de vuelta hasta que todos los lados estén igual, deberían estar hechos en media hora-tres cuartos, aproximadamente, dependiendo de cada horno. No despistarse mucho porque se queman con facilidad.
Los saco del horno y los tapo con un paño para que suden y facilitar el pelado, también se pueden meter dentro de una bolsa de plástico y cerrar. Una vez todos pelados, limpios de semillas y después de quitar todas las hilas blancas, los pongo en un recipiente y con las manos los voy separando en tiras.
A continuación, en una sartén añado un poco de aceite de oliva virgen extra y un diente de ajo por cada bote que aproximadamente vaya a necesitar, y unas guindillas abiertas y otras cerradas, salteo ligeramente, sin dorar los ajos y se incorporan los pimientos, se remueve todo junto unos segundos para que cojan todos los sabores y se retiran.
Luego voy llenando botes previamente esterilizados (20 minutos a partir de que rompa a hervir el agua) y termino de llenarlos con un chorro de aceite de oliva virgen extra. No llenar demasiado porque pueden rebosar una vez cerrados. Yo lleno sólo hasta el cuello y luego cubro con aceite, pero sin llegar a la boca del bote. ¡¡Cerrar bien!! y poner dentro de una cazuela, con un paño en el fondo para que no se golpeen y los dejo 15 minutos a partir de que rompa a hervir. Sacar con ayuda de unas pinzas y poner boca abajo 24 horas para hacer el vacío. Después de ese tiempo las tapas deben estar hundidas en el centro.
Nunca me faltan en la despensa, antes de que se acaben ya tengo preparada la siguiente remesa, listos para usar con más de una receta, como la que les traigo hoy, que me voy a cenar sobre una rebanada de pan tostado.
Tengo que decir que en casa han sido un éxito, les animo a hacerlos y comprobarán la diferencia, tienen un sabor.... Por supuesto al que no le gusta el picante puede saltarse ese paso, no es indispensable.
Para la ensalada tibia de pimientos y anchoas necesitaremos:
A continuación, en una sartén añado un poco de aceite de oliva virgen extra y un diente de ajo por cada bote que aproximadamente vaya a necesitar, y unas guindillas abiertas y otras cerradas, salteo ligeramente, sin dorar los ajos y se incorporan los pimientos, se remueve todo junto unos segundos para que cojan todos los sabores y se retiran.
Luego voy llenando botes previamente esterilizados (20 minutos a partir de que rompa a hervir el agua) y termino de llenarlos con un chorro de aceite de oliva virgen extra. No llenar demasiado porque pueden rebosar una vez cerrados. Yo lleno sólo hasta el cuello y luego cubro con aceite, pero sin llegar a la boca del bote. ¡¡Cerrar bien!! y poner dentro de una cazuela, con un paño en el fondo para que no se golpeen y los dejo 15 minutos a partir de que rompa a hervir. Sacar con ayuda de unas pinzas y poner boca abajo 24 horas para hacer el vacío. Después de ese tiempo las tapas deben estar hundidas en el centro.
Nunca me faltan en la despensa, antes de que se acaben ya tengo preparada la siguiente remesa, listos para usar con más de una receta, como la que les traigo hoy, que me voy a cenar sobre una rebanada de pan tostado.
Tengo que decir que en casa han sido un éxito, les animo a hacerlos y comprobarán la diferencia, tienen un sabor.... Por supuesto al que no le gusta el picante puede saltarse ese paso, no es indispensable.
Para la ensalada tibia de pimientos y anchoas necesitaremos:
- Pimientos
- Cebolla
- Anchoas
- Una pizca de sal
- Aceite de oliva virgen
Saltear la cebolla al dente con un poco de aceite a fuego medio, añadir los pimientos, mover un poco para que suelte el sabor el pimiento y servir con anchoas. Más fácil imposible. Deliciosa y rápida!!! Se puede comer sola o sobre una tosta de pan!!!
Que aprovechen!!!
Seguro que hacerla entretiene. Pero la satisfacción de tener en la despensa unos botes de pimientos asados hechos por uno mismo lo recompensa. Además, aquí sabemos lo que comemos y todo es natural. Ya no necesitaremos volver al supermercado a comprar botes de pimientos asados. Receta buena, práctica y, ofrece muchas posibilidades de combinarlos, como la que dices de anchoas, cebollas y los pimientos asados.
ResponderEliminar¡¡¡¡ Que ricos !!! A partir de ahora se acabaron los pimientos asados comprados en la tienda, haré los míos propios siguiendo tu receta.
ResponderEliminarTe ha quedado de vicio, esta ensalada de pimientos. quería comentar la empanada, pero no me deja hacerlo, ya sabes cosas de la informática.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, me he dado una vuelta por él, me gusta lo que publicas, con tu permiso me quedo de seguidor.
Un saludo
http://xoriguer48-lasrecetasdelabuelo.bl...