Pero centrémonos, porque hablo de chocolate y me disperso.
Para hacer estos bundt cake necesitamos crema Lotus. Esta crema está hecha con galletas de speculoos, una mezcla de especias muy usada en Bélgica, Holanda, Alemania y norte de Francia, que contiene canela, nuez moscada, jengibre, clavo, cardamomo y pimienta. Suelen verse en los mercados de Navidad y no faltan en las mesas navideñas.
A mí me fascinan las especias en cualquier preparación y en las galletas ese sabor es una locura. Suelo comprar este tipo de galletas y son fabulosas.
Este bundt cake es una joya, ya lo he hecho dos veces. Después de esto me dije "no compres más crema Lotus porque lo repetirás", pero no, voy al súper y es ver la crema en la estantería y no poder resistirme a meter un bote en el carro, así que caerá otro muy pronto, es mi perdición.
Este bundt lo tomé prestado de la web I love bundt cakes, echen un vistazo porque todos los bundt cake que tiene son una maravilla. Además quise hacer una cobertura con la crema Lotus y la encontré en el blog de Un pedacito de cielo.
¡¡Vamos con la receta!!
Ingredientes para un molde de 6 tazas:
- 210 g de harina común
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear (1/2 tsp)
- 1/2 cucharadita de sal (1/2 tsp)
- 250 g de azúcar
- 100 g de mantequilla sin sal
- 100 g de crema de Speculoos
- 2 huevos L
- 60 ml de leche entera
Para la ganache
- 100 g de crema de Speculoos
- 50 g de nata para montar (35% materia grasa)
Precalentar el horno a 175º.
Engrasar el molde con spray desmoldante. Reservar.
Pesamos y medimos todos los ingredientes. Batimos ligeramente los huevos.
Mezclamos en un bol la harina con el polvo de hornear y la sal. Tamizamos y reservamos.
Ponemos la mantequilla, el azúcar y la crema de Speculoos en el bol de la Kitchenaid. Mezclamos con la pala, primero a velocidad lenta y cuando se integren subimos la velocidad al máximo, durante unos 3 minutos, hasta que esté suave y esponjosa. De vez en cuando paramos la máquina y bajamos la mezcla que se queda en las paredes.
Bajamos la velocidad al 1 y añadimos los huevos de dos veces. No añadir el segundo hasta que el anterior esté completamente integrado.A la misma velocidad vamos a añadir la harina de tres veces, alternando con la leche. Añadimos un tercio de la harina, luego la mitad de la leche, así hasta terminar. Siempre empezamos y terminamos con la harina. Una vez añadamos el último tercio de harina, dejamos que se mezcle un poco y paramos. No sobre batir, si queda algún resto de harina es mejor terminar de integrarla con una espátula de silicona, con movimientos envolventes.
Con ayuda de un cucharón pequeño o una cuchara de helado, vertemos la masa en cada cavidad, de manera que se vaya acomodando en el fondo. Al ser una mezcla espesa, no se cubrirá el fondo completamente, conviene hundir una cucharilla (sin llegar al fondo) por distintas partes de la cavidad para asegurarnos que la masa llega a todos los rincones. No llenar hasta el borde. Alisamos las superficies con el dorso de la cuchara.
Ponemos un paño doblado sobre la encimera y damos unos golpitos al molde sobre el paño para que termine de salir el aire y la masa llegue a todos los rincones del molde.Colocamos el molde sobre la rejilla del horno.
Hornear durante 25-30 o hasta que al insertar una brocheta salga completamente limpia. Vigilar en cada momento. Si vemos que se quiere dorar mucho tapamos el molde con papel de horno o aluminio.
Sacamos el molde del horno y lo depositamos sobre una rejilla durante 10 minutos exactos. Pasado este tiempo, tomamos el molde con unos guantes y lo movemos horizontalmente y arriba y abajo, con movimientos cortos y suaves hasta que notemos que se han desprendido los bizcochos. En este momento tienes que tener paciencia, los bizcochos están tan tiernos que se puede romper, así que despacito, repetimos la operación cuanto sea necesario.
Ponemos la rejilla sobre el molde y volteamos. Dejamos los bizcochos sobre la rejilla hasta que enfríen completamente. GANACHE
Ponemos la crema en un bol grande.
Calentamos la nata en un cazo y cuando rompa a hervir la vertemos sobre la crema. Removemos bien hasta obtener una crema lisa, sin grumos.
Colocamos un papel de horno o una bandeja bajo la rejilla donde tenemos los bizcochos y glaseamos. Recogemos la ganache que ha caído en la bandeja y seguimos glaseando.
Podemos decorar con unas galletas troceadas sobre la ganache y también puedes omitir el glaseado, como gusten, igualmente está riquísimo.
Este tipo de bizcochos está mejor al día siguiente de hacerlos.
El sabor y la textura es brutal, no dejen de hacerlo.
Si tienen un molde de 12 tazas solo tienen que doblar cantidades. En caso de tener uno de 10 tazas, el resto de la masa pueden ponerla en un molde pequeñito o en cápsulas de magdalenas.
A tener en cuenta:
- Para conseguir un buen desmoldado, engrasar el molde con mantequilla derretida y harina o con un spray desmoldante que es más práctico. No usar margarina. Con un pincel de silicona repartimos la grasa por todo el molde en sentido ascendente.
- Verter la masa por un lateral del molde y que ella sola se vaya acomodando por el interior. Si la masa fuera muy espesa que no permite hacer lo anterior, echar la masa en el molde y hundir una cucharadita por varios sitios para asegurarnos que la masa ha llegado a todos los rincones, después aplanar la superficie. No superar las 3/4 partes del molde porque rebosaría.
- Antes de meter en el horno, dejar caer el molde sobre un paño doblado para asentar la masa y eliminar burbujas de aire.
- Hornear sobre la rejilla y no sobre la bandeja, para que el calor pase por el tubo central y se hornee por igual. Hornear el tiempo indicado. Si se hornea menos tiempo del necesario no se desmoldará con facilidad, mejor darle unos minutos de más que de menos. Siempre pinchar por varios sitios para asegurarnos que la brocheta salga completamente limpia.
- Al sacarlo el molde del horno es importante dejarlo sobre una rejilla durante 10 minutos exactos antes de desmoldar, porque si no esperas este tiempo se puede romper al desmoldarlo.
- Después de cada uso, echar un poco de jabón en cada cavidad del molde, llenar con agua medio caliente del grifo y dejar en reposo una media hora.
- Fregar con abundante jabón por la parte suave de la esponja para no rallarlo. Repetir hasta que desaparezcan las gotas brillantes de grasa.
- Enjuagar y secar muy bien, pasando el paño por cada hendidura. Repasar todos los recovecos con una servilleta para asegurarnos que no queda nada de grasa ni restos del bizcocho, de esta manera nos aseguramos que el molde queda perfecto para el próximo uso. Si aún queda algo de bizcocho pegado, retirarlo con un pincel o brocha de cocina.
¡¡Solo queda disfrutar de estos pequeñines, son maravillosos y adictivos!!
Qué maravilla de bizcochitos Teresa, se ven fantásticos!
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias guapa, son una delicia, te los recomiendo.
EliminarBesotes
Es un bundtcake riquísimo aunque no sea mi favorito, eso si suele tener casi tanto éxito como el de toffee jajaja
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana,
Palmira
Jajaajaaa, tu favorito es el de Toffee? Pues ese no lo he probado, ahora me dejas con la intriga y las ganas de probarlo, me lo apunto.
EliminarBesos guapa
Pues tiene una pinta buenísima. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una maravilla esta receta y en formato individual creo que tiene más peligro aún, jajaaa.
EliminarMe alegra tenerte por aquí, me paso a ver tu blog.
Besos