La Nigella también conocida como ajenuz, kalonji, comino negro o neguilla, es una especia originaria de Asia Occidental y es muy utilizada en la cocina tradicional oriental, sobre todo en la India, donde es imprescindible para elaborar el dahl o el panch phoron (mezcla de especias bengalí), además de platos de carne y panes.
Las semillas tienen forma triangular y su color es negro mate. Al tostarlas o triturarlas desprenden un aroma picante y ahumado, aunque también se pueden percibir toques de orégano, comino o tomillo, por lo que esta especia tan sorprendente es única, una especia entre las especias. También es conocida en Oriente Medio, Asia y África como la semilla bendita, debido a sus propiedades curativas y depurativas. Según dicen, su uso en cocina y medicina se remonta tan atrás, que existen referencias a esta especia tanto en el Egipto de los faraones como en la antigua Roma. Es utilizada también como sustituto de la pimienta. Para más información sigan los enlaces, hay mucho por descubrir sobre estas semillas.
Aunque hasta hace poco era difícil encontrarlas en España, hoy en día podemos conseguirlas en tiendas especializadas en especias. Estas se vinieron conmigo en uno de los viajes a Madrid.
Tengo que dar las gracias a mis amigas Irmina y Deborah, porque sin ellas no hubiese sido posible hacer estos maravillosos mini bundt cakes. A Deborah por prestarme este molde tan divino y a Irmina por echarme una mano con las proporciones de algunos ingredientes para adaptarlos a lo que yo quería conseguir.
El resultado no solo salta a la vista, porque quedan monísimos, sino que además resulta un bizcocho de lo más rico y esponjoso, el más esponjoso que he tomado últimamente.
¡¡Están tardando en hacerlo, así que vamos con la receta!!
Fuente: Adaptada de I Love Bundt Cakes
Ingredientes para un molde de 9 tazas (2,25 litros):
- 375 gr de harina simple
- 2 cucharaditas (*tsp) de polvo de hornear
- 1 cucharadita (tsp) de bicarbonato
- 1/2 cucharadita (tsp) de sal
- 25 gr de semillas de nigella
- 200 gr de mantequilla sin sal
- 280 gr de azúcar caster o blanquilla
- 1 cucharada sopera de ralladura de mandarina
- 3 huevos L
- 160 ml de leche entera
- 125 gr de yogurt natural sin azúcar
- 80 ml de zumo de mandarina
- Azúcar glass para decorar
Todos los ingredientes fríos tienen que estar a temperatura ambiente, por lo que los sacaremos con antelación de la nevera, según la estación, tardarán más o menos en atemperarse. Para atemperar más rápido la mantequilla cortarla en cuadraditos. Para atemperar los huevos, sumergirlos unos diez minutos en agua templada.
Para ir más rápido cuando empecemos a batir, pesamos y medimos todos los ingredientes, rallamos las mandarinas y exprimimos. Los disponemos en la encimera por el orden en que vamos a incorporarlos.
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo. Colocamos la rejilla en la posición central.
Tamizamos la harina junto con el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal, mezclamos con unas varillas. Agregamos las semillas de nigella, mezclamos con el resto y reservamos.
Engrasamos el molde con spray desmoldante o mantequilla derretida.
Mezclamos la leche con el zumo de mandarina, removemos y reservamos.
Batimos los huevos en un cuenco.
Batimos la mantequilla, el azúcar y la ralladura de mandarina con el accesorio pala, en la KitchenAid, primero a baja velocidad para que se integren los ingredientes y luego a velocidad alta durante unos tres minutos, hasta que la masa tome un color más claro (a causa de la ralladura mantendrá un tono amarillo) y la mezcla esté esponjosa. Paramos de vez en cuando para repasar los bordes con una espátula de silicona.
Bajamos la velocidad al 2 y sin parar de batir agregamos los tres huevos batidos, de tres veces. No añadimos el siguiente hasta que veamos que el anterior se ha integrado completamente.
Agregamos el yogurt y seguimos batiendo unos segundos hasta que se integre.
Sin parar la máquina, empezamos a agregar la harina de tres veces y la mezcla de leche y zumo de dos veces, empezando y terminando por la harina. Una vez incorporado el último tercio de harina dejamos batir unos segundos, paramos un momento la máquina, repasamos los bordes con la espátula de silicona y volvemos a batir unos segundos. No batir en exceso, solo hasta que la harina esté integrada. Terminar de mezclar con una espátula, con movimientos envolventes.
Con ayuda de una cuchara de helados repartimos la masa en las cuatro cavidades del molde para que todos tengan la misma cantidad, de modo que no superen las 3/4 partes del molde. Una vez repartida la masa, hundimos la espátula de silicona por distintas partes para asegurarnos que la masa llega a todos los rincones. Aplanamos la superficie con el dorso de una cuchara.
Si utilizan un molde con un solo tubo central, echamos la masa por un lateral del molde de manera que se vaya acomodando por todos los rincones y procedemos de la misma manera que lo descrito anteriormente.
Ponemos un paño doblado sobre la encimera y dejamos caer el molde un par de veces, para que termine de salir el aire y la masa llegue a todos los rincones del molde.
Colocamos el molde sobre la rejilla del horno.
En este molde de cuatro cavidades y cuatro tubos centrales, horneamos durante 35-40 minutos o hasta que al introducir una brocheta o un cake tester salga limpio. Si utilizan un molde con un solo tubo central tardará entre 45-50 minutos.
Sacamos el molde del horno y lo depositamos sobre una rejilla durante 10 minutos exactos. Pasado este tiempo, lo agarramos con unos guantes y golpeamos la base del molde sobre el paño que tenemos doblado para que se suelten los bizcochos del fondo, giramos el molde, volvemos a dar pequeños golpes y repetimos. Con el molde en el aire, lo movemos de derecha a izquierda y de arriba a abajo, con movimientos cortos y suaves hasta que notemos que se han desprendido los bizcochos. En este momento tienes que tener paciencia, los bizcochos están tan tiernos que se pueden romper, así que despacio y con buena letra, repetimos la operación cuanto sea necesario.
Ponemos la rejilla sobre el molde y volteamos. Dejamos los bizcochos sobre rejilla hasta que enfríen completamente.
Decorar con azúcar glass.
A tener en cuenta:
- Para conseguir un buen desmoldado, engrasar el molde con mantequilla derretida y harina o con un spray desmoldante que es más práctico. No usar margarina. Con un pincel de silicona repartimos la grasa por todo el molde en sentido ascendente.
- Verter la masa por un lateral del molde y que ella sola se vaya acomodando por el interior. Si la masa fuera muy espesa que no permite hacer lo anterior, echar la masa en el molde y hundir una espátula de silicona por varios sitios para asegurarnos que la masa ha llegado a todos los rincones, después aplanar la superficie.
- Antes de meter en el horno, dejar caer el molde sobre un paño doblado para asentar la masa y eliminar burbujas de aire.
- Hornear el tiempo indicado. Si se hornea menos tiempo del necesario no se desmoldará con facilidad, mejor darle unos minutos de más que de menos.
- Al sacarlo del horno hay que dejar enfriar el molde sobre una rejilla durante 10 minutos antes de desmoldar.
- Después de cada uso, echar un poco de jabón al molde, llenar con agua medio caliente del grifo y dejar en reposo.
- Fregar con abundante jabón por la parte suave de la esponja para no rallarlo. Repetir hasta que desaparezcan las gotas brillantes de grasa.
- Enjuagar y secar muy bien, pasando el paño por cada hendidura. Repasar todos los recovecos con una servilleta para asegurarnos que no queda nada de grasa ni restos del bizcocho, de esta manera nos aseguramos que el molde queda perfecto para el próximo uso.
¡¡No te olvides de contármelo si lo haces!!
¡¡A disfrutarlos!!
Gosto muito de bolos com citrinos e sementes.
ResponderEliminarFicaram uns mini bundts lindos.
Boa semana
Y a mi Sao, los cítricos quedan genial en repostería y si tiene semillas más aún.
EliminarMe alegra que te gusten
Besos
¡Qué bonitos quedan los bundtcakes! Y tu receta me viene genial para darles salida a unas semillas de nigella muertas de risa en el olvido de mi despensa!
ResponderEliminarBesos,
Palmira
Fíjate el tiempo que he tardado en venir por aquí, ainns, no me da el tiempo para nada.
EliminarEspero que lo hayas hecho y si no, anímate, te va a encantar. Ya me contarás.
Besos
La verdad es que te han quedado preciosos...muy muy bonitos.
ResponderEliminarUn abrazo
Marialuisa
Gracias María Luisa, la verdad es que este molde es una chulada, quedan monísimos y el sabor y textura es una maravilla.
EliminarBesoss
Seguro que en casa no dejarian de hacerte la ola, pintaza tienen ademas de ser una cucada seguro estaban de rexupete , por que no puedo que si no ya mismo estaba dando cuenta de un trozo.
ResponderEliminarNo conocia las semillas de nigella asi que tendre que encargarselas a mi querida Sofia,tengp ganas de probarlas .
Bicos mil wapa.
Ya te digo..., un sunami, jajaaaa!!!
EliminarTe lo recomiendo, queda de lujo.
Ya me contarás si lo haces.
Besoss
Qué rico Tere...me gustaría hacer estas cosas de repostería pero el tiempo no me llega. Se me van los ojos cuando veo esas fotos y me digo, venga Mina, ponte a hacerlo, pero al final me lío con mis pinceles y...me los compro ;-).
ResponderEliminarMuackissss
Jajaaa, te entiendo, mira cuando te contesto, no digo más...
EliminarCuando vengas a casa lo preparo.
Mil besos
Me encanta ese molde. Puedes decirme de qué marca es y el modelo si lo sabes???
ResponderEliminarEl molde es de Nordic Ware y los encuentras en tiendas de repostería o tiendas online. Este modelo creo que está descatalogado, pero hay similares.
EliminarDisculpa el retraso en la respuesta, se me coló este comentario y no la vi hasta ahora
Besos
Se ven bellisimos tratare de conseguir las semillas gracias por tu esfuerzo.
ResponderEliminarLas semillas las puedes encontrar en tiendas de especias o en comercios hindues. Si no las consigues ponle semillas de amapola, también queda muy bien.
EliminarBesos