Es una masa quebrada enriquecida, como la que utilicé para la tarta belga de puerros o la quiché de champiñones, a la que he añadido cacao puro y azúcar.
Es muy fácil de hacer y si hacemos de más y la congelamos, la tendremos lista para cualquier ocasión.
La mayor parte del proceso se la lleva el horneado y les aseguro que merece la pena cada paso y minuto empleado, porque obtendremos una masa espectacular.
Sin embargo, hacer la masa quebrada de chocolate y posteriormente enfriarla o congelarla, según el caso, no nos llevará nada de tiempo.
Se puede hacer con las manos o con un robot de cuchillas, cosa que recomiendo si tienes las manos calientes como yo, porque aunque sea una masa muy sencilla de preparar no admite mucho manoseo.
Con pocos ingredientes, que normalmente solemos tener en casa, obtendremos unas tartaletas caseras de lo más ricas y crujientes.
Para rellenarlas hay mil y una opciones, ya sea crema pastelera, ganache de chocolate, fruta, etc. La próxima semana les traeré la opción que he elegido para esta ocasión, que aviso no será la única porque quedan realmente maravillosas.
¡¡Vamos con la receta!!
Ingredientes:
- 250 gr de harina simple
- 2 cucharadas soperas de cacao en polvo puro (Valor)
- 80 gr de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 125 gr de mantequilla sin sal, fría y cortada en cubitos
- 2 cucharadas de agua helada
- 2 yemas de huevos medianos
- Un poco de chocolate negro fundido para pintar las tartaletas
Con estas cantidades obtendremos unos 400 gr de masa, suficiente para una capa en un molde de 23-25 cm, para cuatro-seis tartaletas de 10 cm (según el grosor) o para un molde rectangular de 35 cm x 12 cm o bien, para una tarta con doble capa, en la que necesitarás un molde más hondo, de unos 20-23 cm. A ser posible que sean con fondo desmontable.
Siempre recomiendo hacer la masa el día anterior a la preparación de las tartaletas o tarta que hayan elegido y así adelantar trabajo, pero muchas veces las he hecho a primera hora de la mañana y a la hora del almuerzo están listas, teniendo en cuenta que hay que calcular también el tiempo de enfriado del relleno.
Pesamos todos los ingredientes. Ponemos en el robot la harina, el cacao, el azúcar y la sal. Añadimos la mantequilla fría cortada en dados, le damos varios toques al robot para que se mezclen y formen unas migas finas. Mezclamos las yemas con el agua helada y vertemos en el robot. Mezclamos de nuevo hasta que comience a formarse una bola.
Si la hacen a mano, pondremos en un bol la harina, el cacao, el azúcar, la sal y la mantequilla. Mezclamos todos los ingredientes con las yemas de los dedos hasta conseguir una mezcla harinosa. Mezclamos las yemas con el agua helada, incorporamos al bol y removemos suavemente con un cuchillo. Pasamos la mezcla a la encimera enharinada y amasamos ligeramente hasta obtener una masa tersa. No amasar en exceso.
En caso de que no la vayas a usar toda o alguna parte, la colocamos sobre un film transparente, cerramos y aplastamos dando forma de disco y llevamos directamente al congelador.
Para usarla, solo hay que sacarla unas horas antes del congelador o pueden pasarla el día anterior al refrigerador y luego dejarla fuera hasta que termine de descongelar. En cualquiera de los dos casos hay que controlar la temperatura ambiente, porque si hace mucho calor se ablandará muy rápido y es difícil estirarla, si esto sucede, volver a enfriarla hasta que endurezca un poco.
Para extenderla, ponemos un poco de harina en la encimera y en el rodillo, colocamos la masa sobre la harina y estiramos la masa hasta obtener un círculo de unos 4mm de grosor, ni muy gruesa ni muy fina. Pasaremos el rodillo sin hacer vaivén, del centro al exterior, giramos un cuarto la masa y volvemos a estirar, procurando que siempre haya harina en la encimera para que no se pegue. Repetimos el proceso hasta obtener el tamaño del molde que vamos a usar. Hay quien pone la masa entre dos hojas de papel de horno para que no se pegue, pero esta masa tiene una consistencia muy buena y no es necesario. Retiramos con una brocha el exceso de harina.
Depositamos la masa sobre la tartaleta, dejándola caer por su peso y acomodándola al fondo y a las paredes del molde. Si hacen una tarta grande, recoger la masa con el rodillo y desenrollarla sobre el molde de la misma manera, así la masa no se estira más de lo normal y no perderá tanta forma en el horno.
Con delicadeza para que no se rompa, iremos presionando la masa contra las paredes del molde, a la vez que la estiramos un poco hacia arriba. Retiramos el sobrante de los bordes pasando el rodillo por encima del molde o cortando con un cuchillo. Procedemos igual con todas las tartaletas. Pinchamos las bases con un tenedor y metemos los moldes en la nevera para que repose la masa durante 15 minutos.
Precalentamos el horno a 180º.
Sacamos las tartaletas de la nevera y cocemos en blanco (sin relleno). Este paso es importante para que la masa no se reblandezca al añadir el relleno. Para ello ponemos papel de hornear sobre la masa, procurando que el papel no toque los bordes de masa y llenamos con garbanzos a modo de peso. Suelo recortar una hoja de papel de horno en cuadrados un poco mayor que las tartaletas.
Horneamos a media altura durante unos 10-12 minutos.
Pasado este tiempo, sacamos las tartaletas. Retiramos el papel con los garbanzos y volvemos a meter en el horno durante 5-7 minutos más hasta que la masa se haya secado por completo.
Pintamos las bases de las tartaletas con huevo batido o chocolate derretido (si el relleno va a ser de chocolate, como es mi caso), esto reforzará que no se humedezca la masa al rellenarla y volvemos a hornear entre 5 y 10 minutos, hasta que adquiera un aspecto firme y brillante, de este modo se cerrarán los pinchazos que hicimos con el tenedor.
Y hasta aquí el momento "masa".
Aunque parezca mucha literatura, una vez que las haces ya verás que no es nada complicado y el resultado es más que fabuloso. Como lo casero no hay nada.
La próxima semana les traeré un relleno para nuestras tartaletas que es puro vicio...
¡¡No las pierdan de vista!!
¡¡A disfrutarlas!!
Me alegra encontrar recetas que me permiten preparar las cosas con antelación. Tener congelado o metido en latas y avanzado el trabajo me soluciona muchos quebraderos de cabeza cuando me apetece preparar cositas para algún grupo grande de amigos o familia. O simplemente tener mas variedad en la mesa. Estupenda receta Tere.
ResponderEliminarY a mi Victoria, eso que tenemos adelantado ¿verdad?
EliminarMe alegra que te guste, desde luego que con esta masa triunfarás con tus amig@s.
Besos guapa
Gracias por compartir la receta de esta masa quebrada, se me ocurren un montón de ideas que hacer con ella, me la guardo. Besos.
ResponderEliminarGuárdala a buen recaudo, porque te adelanto que queda de lujo. Yo hice de más y congelé para otra ocasión.
EliminarBesosss
Te ha quedado de relujo como siempre receta y fotos del paso a paso son de 20 points.
ResponderEliminarBicos mil wapisima.
Gracias preciosa, tu siempre me recibes con los brazos abiertos y muchos elogios, mil gracias.
Eliminar¡¡Esta masa te encantará!!
Besosss
Simplemente me encanta, gracias por la receta, besos!
ResponderEliminarA ti por venir a visitarme.
EliminarSi la preparas no te olvides de contarme.
Besosss
me ha encantado¡¡¡ me la apunto.
ResponderEliminarbesos crisylaura
Seguro que les encanta como a mi.
EliminarQueda muy rica, ya me contarán si la hacen.
Besos guapaasssss