Bacalao con salsa romesco gratinado

Desde que probé este plato en uno de mis viajes a Barcelona, no he podido quitármelo de la cabeza. Me pareció de una sencillez increíble a la vez que exquisito y ya estaba tardando en hacerlo.

El resultado ha sido como esperaba, sinceramente no le hace falta ningún acompañamiento, ha sido perfecto tomarlo como plato único.

Tan sólo hay que preparar una buena salsa romesco (pinchen en el enlace para ver la receta) y, por supuesto, contar con un buen bacalao.

Este que les traigo es un lomo de bacalao de Islandia espectacular, lo tomamos muy a menudo de diferentes maneras siempre con un resultado estupendo.

Sin duda les aconsejo que lo prueben, no se arrepentirán...

La receta es tan sencilla que tardo más en escribirla que en hacerla, pero ahí va.

Ingredientes para dos personas:

• 1 lomo de bacalao desalado, de unos 400 gr aproximadamente, dividido en dos porciones
• Salsa Romesco (en este caso sólo hice la mitad de las cantidades indicadas en la receta)

Preparamos la salsa romesco tal y como se indica en la receta, pero como en este caso la iba a utilizar para napar el bacalao, le añadí un poquito del agua donde se hidrataron las ñoras y seguidamente pasé la salsa por un colador para que quedara más fina. Mantenemos en la nevera hasta el momento que la vayamos a utilizar.

Precalentamos el horno, función grill, con ventilador, a máxima potencia.

En la parte inferior de una vaporera ponemos como dos dedos de agua con unos granos de pimienta, una rama de romero, una hoja de laurel, un diente de ajo entero, una ramita de perejil y un trocito de cebolla y nada de sal. Colocamos la parte superior de la vaporera y tapamos, cuando veamos que empieza a salir vapor, abrimos y colocamos el bacalao, que previamente hemos cortamos en dos porciones, tapamos, cocemos dos minutos y apagamos el fuego, lo dejamos dentro de la vaporera cinco minutos más.

Una vez listo, pasamos el bacalao a un plato o fuente apto para el horno, napamos la superficie del bacalao con una capa generosa de salsa romesco, colocamos a media altura en el horno y gratinamos unos dos minutos, lo justo para que se forme una ligera costra en la salsa.

Servimos echando un chorrito de aceite de oliva virgen por encima, unas ramas de romero y nos dejamos seducir por este manjar.

Cómo les decía anteriormente, no le hace falta guarnición, ya que la salsa es contundente y no quería quitarle protagonismo al bacalao, pero desde luego puede servirse con unas papas panaderas o verduras variadas y acompañado de una rica ensalada.

A disfrutarlo!!!