Esta será la última entrada de este año y como es habitual tomaré las uvas con mi otra family en Madrid. Quizás por eso de estar lejos de casa en este momento, he hecho coincidir la receta de hoy con este postre tradicional canario.
Las truchas de batata o cabello de ángel pasan de generación en generación en todas las familias y su aparición es el síntoma de que llega la Navidad a Canarias. No así por el clima, que seguimos a 20 y pico grados.
Antiguamente era costumbre que las mujeres de la familia se reuniesen los días previos con vecinas o amigas para ayudarse en la tarea, ya que la preparación de la receta antigua al completo era bastante trabajosa, incluso la hacían de varias veces. Un día preparaban la masa, otro el relleno y por último las freían.
Hoy en día y por eso de que tenemos menos tiempo, pero también por comodidad, la mayoría utilizamos las obleas que ya vienen preparadas y nos ahorramos bastante trabajo, pero el relleno seguimos haciéndolo a la antigua usanza.
Como suele ocurrir, en todas las casas el relleno varía, dependerá de los gustos de cada una. En la mía se preparaban sin almendras ni pasas porque así las hacía mi abuela y luego mi madre, pero a mí ahora me encantan con ellas, así que mi relleno sí que lo lleva, pero respetando el resto del proceso.


Ingredientes para 30 truchas:
- 1/2 kg de batata amarilla
- 30 obleas
- 150 gr de azúcar (o más si les gustan más dulces)
- 100 gr de almendras troceadas
- 100 gr de pasas sin pepitas
- 1 cucharada de canela molida
- 1 palo de canela
- 2 cucharaditas de anís en grano
- 1 copita de anís del mono y un poco más para remojar las pasas
- Aceite para freír
- Azúcar glass para decorar
Se ponen de remojo las pasas con un poco de anís. Pelar y cocinar la batata con el palo de canela y una cucharadita de anís en grano hasta que esté tierna. Se escurre muy bien, no debe soltar nada de agua. Se añade a la batata una cucharada de canela molida y una cucharadita de anís en grano machacado en el mortero, una copa de anís y azúcar al gusto, según les guste más o menos dulce, yo parto de la cantidad indicada y luego voy añadiendo, según esté de dulce la batata. Escurrir las pasas y añadir junto con la almendra picada a la masa de batata. Mezclar bien todos los ingredientes y poner una pequeña porción en el centro de cada oblea. Doblar y marcar con un tenedor igual que se hace con las empanadillas. Yo suelo mojar el tenedor en agua al ir pinchando y quedan mejor selladas. En el mercado se vende un aparatito en el que introduces la oblea y al doblar queda sellada, pero yo sigo haciéndolo como siempre.
Una vez todas cerradas, preparar una sartén grande con bastante aceite y una vez caliente ir añadiendo y friendo, pasando aceite por encima con la espumadera para que quede el color bien parejo, darles la vuelta hasta que estén ligeramente doradas. No freír muchas de una vez porque se baja la temperatura del aceite y hay que tener cuidado porque se queman con facilidad, sobre todo cuando llevamos ya una buena tanda.
Pasar a una bandeja con papel absorbente y luego a la bandeja definitiva donde una vez frías las serviremos espolvoreadas con azúcar glass.
No podía pasar mis primeras navidades con el blog sin publicar este clásico de nuestra repostería, un auténtico manjar que no puede faltar en nuestras mesas.
Si nunca las han probado, caerán rendid@s!!!
Hasta el próximo año, con más recetas y encantada de poder compartirlas con tod@s!!!
FELIZ AÑO NUEVO!!!