La primera vez que probé la masa o pasta filo fue cuando comí baklavas en unas vacaciones en Estambul. Un delicioso dulce, crujiente, con muchas capas impregnadas de almíbar y rellenas de frutos secos.
Los ingredientes para su elaboración son básicos, como los que lleva cualquier masa, pero se requiere mayor destreza para conseguir que quede muy fina y no se rompa y, la verdad, desde que la descubrí en los supermercados no me complico la vida.
Aunque esta masa venga lista para usar, sí que hay que tener una serie de precauciones, ya que se seca con mucha facilidad y se cuartea. Al abrir el envase sacar las hojas que se van a necesitar y cubrir el resto con un paño ligeramente humedecido si se va a volver a utilizar pronto, si no, es mejor congelar.
Es una masa muy versátil y hay múltiples recetas, tanto dulces como saladas, con las que siempre quedas como una reina, frita o al horno, es una delicia para el paladar.
La receta de hoy es salada y aunque yo le he puesto este relleno, admite cualquier otro, siempre que no sea muy húmedo o tenga mucha grasa porque la masa quedaría cruda en el interior.
Ingredientes para 5 o 6 paquetes como los de la foto:
- 6 láminas de masa filo
- 150 gr de champiñones (unos 3 o 4 grandes)
- 200 gr de langostinos crudos pelados y troceados (los pesé sin pelar-unos 7 o 8 langostinos medianos)
- 1/2 Puerro
- 1/2 Cebolla
- 1 Pimiento verde italiano
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Perejil
- Mantequilla derretida para untar
- Semillas de sésamo y orégano para decorar
Precalentar el horno a 200º.
Machacar en el mortero el ajo y añadir a una sartén con una cucharada de aceite. Rehogar ligeramente y añadir el puerro, cebolla y pimiento, troceados muy pequeños, saltear a fuego medio-alto. Incorporar los champiñones y saltear nuevamente para luego hacer lo mismo con los langostinos, pero ya retirados del fuego. Salpimentar al gusto y espolvorear un poquito de perejil picado y mezclar.
Retirar el relleno de la sartén escurriendo bien el aceite.
En ese momento sacar la masa de la nevera, abrir con cuidado y con una brocha extender la mantequilla ligeramente en cada capa y colocar una sobre otra. Cortar el rectángulo en seis tiras verticales. Dividir el relleno en seis porciones y colocar en la parte superior de la masa y darles la forma deseada, en este caso he hecho cinco diferentes como muestra. Una vez hechos los paquetitos volver a pintar con un poco de mantequilla, no demasiado para que no queden grasientos. Adornar con las semillas de sésamo no tostadas y orégano.
Disponer en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y hornear durante 10 minutos o hasta que estén doraditos.
¡¡Cómo crujen, ultra deliciosos!!
¡¡A disfrutarlos!!
¡¡A disfrutarlos!!
Me parece un entrante genial para estas Navidades ¿no lo crees? Además la presentación es preciosa.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Silvia. La verdad es que admite tantas variantes, tanto con la forma como con el relleno, se pueden rellenar de cualquier cosa que nos haya sobrado y es otra forma de aprovechar los restos.
ResponderEliminarBesos!!!
Crujen barbaridad, y es tan rica esa masa... les has dejado un color delicioso.
ResponderEliminarMe encanta!
Bueníiiismo!!!!
ResponderEliminarMe imagino cómo debe crujir con cada bocado..... tomo nota de tu receta!!
www.mibloguicodecocina.blogspot.com
Gracias guapas!!
ResponderEliminarTeresa, me parece un aperitivo fantástico estos paquetitos. Viendo los ingredientes que lleva y lo crujientes que tienen que estar... Me tomaba más de uno ahora mismo!
ResponderEliminarTienes recetas geniales. Enhorabuena!
Bicos!