Es un plato sencillo, tradicional, de los que me gustan a mí, sin muchos artificios, con pocos ingredientes, sólo buenos productos que unidos resultan deliciosos. Una crema fría exquisita, que sobre todo en verano entra estupendamente.
En una crema como esta que lleva pocos ingredientes, es imprescindible que todos sean de la máxima calidad. Para ello, los tomates mejor que sean frescos y bien maduros; los tomates peras o de rama son los ideales.
En cuanto al pan, en Córdoba utilizan el pan de telera, del tipo bregado o candeal, de corteza blanquecina y miga compacta y blanca. En palabras de una cordobesa, "sin este pan el resultado no es mejor ni peor, simplemente diferente".
Por supuesto sobra decir que cuanto mayor sea la calidad del jamón y del aceite, mejor resultado obtendremos.
Me queda muy lejos Córdoba y su pan, ya quisiera echarle mano, por lo que el pan que más se asemeja a las características del pan cordobés, es nuestro pan blanco de puño, si no lo consiguen, usar un pan con buena miga.
Aunque ya lo he hecho varias veces, pero a ojo, quería traerles una receta con las cantidades precisas y que fuese lo más tradicional posible y doy fe que el salmorejo que he tomado de Raquel, una cordobesa como la copa de un pino, está buenísimo, aunque no esté hecho con el pan de telera.
Anímense y háganlo, les encantará.
Fuente: Los Tragaldabas
Ingredientes para dos personas:
- 500 gr de tomates bien maduros
- 100 gr de pan blanco, con miga
- 50 gr de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 diente de ajo (si es grande o 1 pequeñito)
- Un poco de sal marina gruesa
- Huevo duro
- Jamón Ibérico
Añadimos el pan, el aceite y la sal, volvemos a poner la batidora en marcha hasta conseguir una crema homogénea. Yo utilizo una batidora de vaso, lo pongo en el número dos y la dejo trabajar, hasta que la crema esté espesita.
Probamos y rectificamos de sal o aceite al gusto. Según los tomates puede quedar más o menos líquida. Si les gusta más espesita como a mí, añadir un poco más de pan.
Vertemos en una jarra, tapamos y mantenemos en la nevera hasta la hora de tomar.
Servimos nuestro salmorejo en un bol, acompañado de jamón y huevo duro picados y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Y listo, no tiene más ciencia. Queda riquísimo y al estar fresquito es ideal para estos días de tanto calor.
Es mejor que sobre que falte, hacer de más tiene la ventaja que nos soluciona la comida o cena del día siguiente. Llegar de la playa y encontrarte esta crema fría en la nevera no tiene precio.
También pueden utilizarlo para otras preparaciones, como la exquisitez que les traeré la próxima semana, así que si no quieren perdérsela, estén atent@s a la pantalla.
¡¡A disfrutarlo!!
Estoy completamente de acuerdo contigo. Prefiero con mucho el salmorejo aunque yo hago un gazpacho personalizado a mi manera sin pepino que tampoco me gusta.
ResponderEliminar¡¡Hola Teresa!! Pues yo soy tanto de gazpacho como de salmorejo, fresquitos me están los dos maravillosos. Suelo hacer más el gazpacho precisamente porque se le puede quitar el pan y hacerlo más ligero, cosa que al salmorejo, sin pan, no sería lo mismo. A mi también me gusta que sobre, está más bueno al día siguiente si cabe. Tu salmorejo se ve divino, con ese rojo tan atractivo. ¡¡Me encantaría meterle la cuchara ya mismo!! Besitos.
ResponderEliminarMe pasa como ati el salmorejo me gusta mas , el gaspacho no lo hago por que en casa no les gusta , yo suelo ponerlo como salsa al pescado o la carne besitos
ResponderEliminarNunca comi mas pelo aspecto posso dizer que ia gostar.
ResponderEliminarBom fim de semana
Tesa me pasa lo que a ti, el gazpacho no me gusta, el salmorejo nunca lo hice y por aquí no se suele comer las temperaturas no son nunca tan altas, pero tu receta me la guardo, la probaré, me ha encantado, menuda pintaza....Bess
ResponderEliminarDebe estar riquísimo. Yo que soy del norte nunca lo he probado, un fallo por mi parte ya que siempre que lo veo me da envidia. El tuyo se ve delicioso y muy tentador, con esa guarnición más aun. Besos.
ResponderEliminarMe encanta, una receta clásica de las que no me canso!! Un beso
ResponderEliminarA mi me gusta tanto el gazpacho como el salmorejo, el que traes tiene una pintaza exquisita, que bueno madreee,besos
ResponderEliminarEnhorabuena por que lo has clavado, yo soy cordobés,cocinero y lo he hecho miles de veces , de muchas formas distintas por que te tienes que adaptar al sitio en el que trabajas pero en mi casa lo hago tal cual tu lo has explicado y para mi es importantísimo quitarle la piel y estrujarle las pepitas para que quede mas fino( eso lo aprendí de mi madre), así que un 10, me quedo por aqui leyendo tus recetas, saludos un abrazo chao chao
ResponderEliminarUyyy que rico y más ahora en verano donde te entra solo!!! Me lo apunto para la playa como has dicho porque nunca se me había ocurrido si te digo la verdad... Gracias por compartir
ResponderEliminarAunque no soy cordobesa, vivo en Córdoba y me declaro adicta a el salmorejo, es uno de mis platos preferidos de la gastronomía española. Has preparado un salmorejo como Dios manda, se ve cremoso y delicioso, me encanta!
ResponderEliminarSaludos!
Me encantan, tanto el gazpacho como el salmorejo son unos platos que me encantan para el verano.
ResponderEliminarBesoss
A mí me gusta tanto el gazpacho como el salmorejo, pero es verdad que el salmorejo tiene un quéséyo maravilloso. Lo hago parecido a ti, pero yo no retiro el centro del ajo y pongo más cantidad. jajajajaja Es que nos encanta el ajo en casa! Además, yo empiezo triturando el pan con el aceite, la sal y el ajo y luego le añado los tomates. Mi madre es de un pueblo de Sevilla que casi linda con Córdoba y así lo hacían en su familia.
ResponderEliminarBesitosssssssssssss