Conejo en salsa de chocolate y chiles

No me puede gustar más un guiso como este. La carne de conejo me parece súper sabrosa, además de ser bastante sana. 

Si te gusta esta carne tanto como a mí, tengo publicada una receta muy canaria que te va a encantar, conejo en adobo y también está publicada una paella con conejo que es brutal. Les dejo los enlaces para que las tengan a mano.

Si a una carne así le añades una salsa como la que les traigo hoy verán la luna, las estrellas y el firmamento al completo.

Es una de esas recetas que se inventa mi costillo, que le encanta cocinar, yo creo que alguna vez ya lo he comentado. A él le pirra hacer cosas echando un poco de esto y un poco de aquello, yo sin embargo soy más fiel a las recetas, aunque después las lleve a mi terreno.

Pues esta receta de conejo con salsa de chocolate y chiles está inspirada en el pollo con mole poblano. Un plato mexicano que me apasiona, cuando está bien hecho.

No tengan miedo al picante, porque les adelanto que los chiles que hemos usado no son muy picosos. A ver, matizo, si no te gusta el picante o no puedes tomarlo, pues igual sí lo notas, pero si eres como yo, que admito un punto bastante alto de picor, no vas a notarlo.

Es muy fácil de hacer, con ingredientes sencillos y los que no tengas los sustituyes (sé que no todo el mundo tiene un arsenal de chiles en la despensa como yo) y si tienes un vaso batidor pues más rápido aún.

Igual les echa para atrás el uso del hígado, pero les adelanto que al responsable de esta receta no le gusta nada, de ninguna manera y, sin embargo, hace siempre este majado para aportar cuerpo a la salsa. Les garantizo que el sabor no se aprecia en absoluto. Si les da reparo usarlo solo tienen que omitirlo en la preparación. 

Acompañen este guiso de un buen pan y a disfrutar como loc@s.

¡¡Vamos con la receta!!

Ingredientes:

• 1 conejo limpio y troceado (y su hígado-opcional)
• 2 chiles anchos deshidratados
• 2 chiles mulato deshidratados
• 2 chiles cascabel deshidratados
• Sal gruesa
• Aceite de oliva virgen extra
• Pimienta negra
• 1 pimiento rojo
• 3 tomates medianos maduros
• 1 cebolla blanca
• 1/2 cebolla roja
• 1 ramillete de cilantro
• 1/2 ramillete de perejil
• 4 dientes de ajo
• 1 trozo de chocolate negro (en mi caso he usado chocolate mexicano)

Lo primero que vamos a hacer es abrir los chiles, quitar membranas y semillas y ponerlos en un bol. Los cubrimos con agua caliente, los tapamos con un film transparente y los dejamos que se vayan hidratando.

En la cazuela que vayas a utilizar, en mi caso una cocotte de hierro, ponemos un poco de aceite. Cuando esté caliente salteamos el hígado. Lo pasamos a un mortero con 2 dientes de ajo sin la simiente y un poco de sal gruesa. Lo machacamos hasta obtener una pasta. Reservamos.

Por otra parte, salpimentamos todas las piezas de conejo, las salteamos en la cazuela y las pasamos a un plato. Reservamos.

Troceamos el pimiento, los tomates y las cebollas en trozos medianos. Los añadimos al vaso de la batidora junto con el perejil, la mitad del cilantro, 2 dientes de ajo, un chorrito de aceite, un poco de sal, los chiles y el agua donde se han hidratado.

Batimos todo durante unos minutos, de vez en cuanto paramos para comprobar si queda algún trozo entero y seguimos batiendo. Ponemos la cazuela a fuego alto y vertemos la mezcla que hemos triturado. 

Una vez rompa a hervir añadimos el conejo y la pasta que hemos hecho con el hígado. Tapamos y dejamos cocer a fuego lento.

Cuando el conejo esté cocinado añadimos el chocolate troceado. Removemos y dejamos a fuego mínimo una media hora.

Tardará en cocinarse unos 45 minutos, le llevará más o menos tiempo dependiendo de la cazuela que se utilice y del peso de las piezas de conejo. 

Añadimos por encima un poco de cilantro picado y listo para comer.

Nosotros lo hemos acompañado con unas papas nuevas al vapor, pero también les recomiendo acompañarlo con un arroz blanco, en cualquiera de los casos lo importante es que el guiso está para chuparse los dedos.

Solo nos queda emplatar y disfrutar de estos manjares tan deliciosos y sabrosos.

¡¡A disfrutarlo!!