Pastela de pollo

Si algo me fascina de la comida árabe son las preparaciones con masa brick o filo. Tanto en dulce como en salado, no hay nada más delicioso que saborear un bocado tan crujiente y perfumado, con esa mezcla de especias que te transportan a las mil y una noche...

La pastela viene a ser como una empanada, con su relleno y cobertura, aunque en este caso la cobertura son capas y capas extrafinas de masa brick o filo que al hornearse quedan extracrujientes a la vez que delicadas. Este plato además combina el salado del relleno con el dulce que aporta la canela y el azúcar, una mezcla exquisita.

El relleno tradicional suele ser de pichón o pollo, aunque no creo que nos saltemos ninguna ley árabe si la hacemos con otro tipo de ingrediente, salvo el cerdo claro.

Hoy traemos la clásica pastela de pollo. Un plato de fiesta que se sirve como entrante. Además de ser un clásico de la cocina marroquí, lo podemos encontrar en la cocina de Túnez o Argelia.

Su nombre original en árabe es bastil·la بسطيلة, , difícil pronunciar eh?, pero vamos, lo que viene a traducir como pastilla o bastilla.

Lo ideal es preparar el relleno el día anterior, para que esté frío antes de rellenar, pero si vamos con prisas, ya sabes, a la nevera un ratito.

Vamos con la receta.

Ingredientes:

• Aceite
• 1 cebolla
• 1 diente de ajo
• 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
• 1 cucharadita de comino en grano
• 1 cucharadita de Ras al Hanout (mezcla de especias marroquíes)
• 1 cucharadita de canela
• 1 poquito de nuez moscada rallada
• 1 chorrito de agua de azahar
• 1 cucharadita de extracto de almendra
• 4 piezas de pollo (en mi caso muslos y contramuslos)
• 1 cucharada de miel
• Agua
• 30 gr de almendras
• 30 gr de pistachos
• 2 huevos
• Cilantro fresco
• Perejil fresco
• Sal y pimienta
• 1 paquete de masa brick
• Mantequilla derretida

Comenzamos preparando el relleno. En una cazuela ponemos un poco de aceite y pochamos la cebolla y el ajo, mientras se va haciendo a fuego medio, vamos añadiendo todas las especias y rehogamos a medida que las añadimos. 

Añadimos los muslos y contramuslos, rehogamos, añadimos agua, que no llegue a cubrir y por último la miel. Cocemos medio tapado, durante media hora a fuego medio. Sacamos el pollo, quitamos la piel, deshuesamos, desmenuzamos la carne y volvemos a introducir en la cazuela.

En una sartén caliente sin aceite salteamos ligeramente las almendras y pistachos troceados; agregamos también a la cazuela. Batimos los huevos,  añadimos a la cazuela y ligamos con el resto.

Añadimos el perejil y cilantro, sazonamos con sal y pimienta al gusto.

Retiramos el relleno de la cazuela con una espumadera y pasamos a un plato o escurridor. Dejamos enfriar antes de utilizar. No es necesario que el relleno esté seco completamente, tampoco que chorree, incluso podemos añadir un poco de este jugo durante el montaje.

Montaje:

En un molde engrasado, colocamos 3 capas de masa en el fondo dejando los bordes colgando por fuera. A medida que vamos colocando las hojas les pasamos una brocha con la mantequilla derretida; colocamos la mitad del relleno y repetimos la operación. Volvemos a colocar 2 capas de masa pintadas con mantequilla y el resto del relleno. Terminamos cubriendo con otras 3 capas de masa, cerramos con los bordes de masa, comenzando por un lado hasta que lo tenemos completamente cerrado, pintamos con mantequilla. Llevamos al horno precalentado a 180º durante 30 minutos. Los primeros cinco minutos ponemos calor sólo en la parte inferior del horno y el resto de la cocción con el calor arriba y abajo.

Una vez fría desmoldamos. Espolvoreamos con azúcar glass y canela.

Sólo queda sentarse a la mesa y disfrutar de este manjar de dioses!!

Una exquisitez que no pueden perderse!!

A disfrutarla!!