Galettes de frutos rojos

La galette es tradicional de la región francesa de Bretaña y su traducción literal es "galleta".

Hay una versión de la galette que es una variante de los crêpes, en la que utilizan para su elaboración harina de trigo sarraceno y que se diferencia de los crêpes tradicionales en que se presenta con los cuatro bordes hacia dentro dejando ver el relleno en la parte central. También podemos encontrar la Galette des Rois, que viene a ser en tradición lo que nuestro Roscón de Reyes, tiene su figurita y su corona, pero realmente es una tarta de hojaldre rellena de una mezcla de crema pastelera y crema de almendras o frangipane.

Otra versión de la galette y la más popular en la blogosfera, es la que se elabora con una masa brisa y a la que le podemos poner cualquier relleno que se nos antoje y a mi se me ha antojado este relleno de frutos rojos que le vi a Yolanda.

Supongo que conocen ese impulso que te da al ver una receta, a pesar de tener no sé ni cuantas pendientes que te encantan y te dices esta la preparo antes que ninguna, pues es lo que me ha sucedido con esta, ha sido verla y ponerme a ello. Me encanta el aspecto rústico que tienen estas tartaletas, con esos bordes irregulares, ese relleno a la vista y además de que se preparan en un momento, son geniales para aprovechar cualquier resto que tengamos en la nevera.

Esta en cuestión tiene una variante que es la de añadir buttermilk, así que otra razón más para que me encante esta receta.

Yo he preparado dos galettes con los frutos por separado, una de moras de moral que me trajo mi madre de su huerta y otra de frambuesas. Les transcribo literal la receta de Yolanda y los pasos donde yo las dividí.

Vamos con ella, ya verán que sencilla es.

Para la masa:

• 220 gr de harina común
• 65 gr de azúcar blanca
• 30 gr de maizena
• 1/4 cucharadita de sal
• 100 gr de mantequilla fría cortada en cubos
• 1/2 vaso de buttermilk o la misma cantidad de leche entera más 1/2 cucharadita de zumo de limón
• 1 cucharadita de esencia de vainilla

Para el relleno:

• 200 gr de moras
• 200 gr de frambuesas
• 40 gr de azúcar blanco
• 3 cucharadas de harina común
• 2 cucharadas de zumo de limón
• 2 cucharadas de leche

Para el acabado:

• 1 huevo batido para pincelar
• 1 cucharada de azúcar moreno
• Azúcar glass para decorar

1. En caso de no encontrar buttermilk, lo puedes preparar de forma casera añadiendo 1/2 cucharadita de limón a medio vaso de leche entera. Dejar reposar durante 10 minutos y verás cómo cuaja.
2. Para preparar la masa, ponemos en un bol la harina, el azúcar, la maizena y la sal, mezclamos bien. Agregamos la mantequilla y con las yemas de los dedos mezclamos con el resto de ingredientes, sin apelmazar, hasta que quede una masa arenosa, como migas de pan.
3. Añadimos el buttermilk, la esencia de vainilla y mezclamos. 
4. Damos forma a la masa, dividimos en dos, las envolvemos con film transparente y la llevamos a la nevera durante una media hora o una hora en caso de que haga mucho calor. En caso de hacer sólo una galette no dividir la masa.
5. Precalentamos el horno a 180º. 
6. Si vas a hacer una sola galette, mezclar en un bol todos los ingredientes del relleno. En mi caso, puse en un bol las moras y en otro las frambuesas. Añadí a cada bol la mitad de los ingredientes del relleno. Mezclar con una cuchara. Reservar uno de ellos en la nevera.
7. Sacamos una de las masas de la nevera y retiramos el film. La colocamos entre dos hojas de papel vegetal y aplanamos con el rodillo, formando un círculo de medio centímetro de grosor. En caso de hacer una, proceder igual y formar un círculo de 28 cm aproximadamente.
8. Repartimos uno de los rellenos (o todo en el caso de hacer una sola) dejando un borde alrededor sin cubrir, el cual doblaremos hacia dentro de manera tosca, haciendo pliegues y sin cubrir del todo el centro para que se vea parte de la fruta.
9. Pincelamos los bordes que hemos doblado con el huevo batido, espolvoreamos con un poco de azúcar moreno y horneamos de 50 a 60 minutos en caso de que hagan una sola. En mi caso, al ser más pequeñas, en 25-30 minutos ya estaban doradas.
10. Durante el tiempo que se está horneando la primera, repetir el mismo proceso con la segunda masa y las otras frutas a partir del punto 7.
11. Presentar espolvoreadas con azúcar glass.

Ha sido todo un descubrimiento, decir que estaban buenas es quedarme corta, el contraste del dulzor de la masa con la acidez de las frutas es espectacular.

Después de estas y viendo lo rápido que se preparan probaré con otros rellenos.

Si todavía no las han probado están tardando, las recomiendo absolutamente!!!

Solas estaban deliciosas, pero acompañadas de una bola de helado deben estar de pecado!!!

Que las disfruten!!!