Dulce de Ciruela de la Tía Alia

Ya estamos aquí con el tercer reto y con nuevas incorporaciones, el grupo va creciendo!!! 

Como siempre, Carmen, del blog "Recetas de Tía Alia" nos ha propuesto dos estupendas recetas, un dulce de ciruela y un bonito con tomate. Que indecisión para elegir, ¿dulce o salado? Me gustan las dos!!
Para ver lo que han preparado las demás compañeras sólo tienes que pinchar en el enlace que lleva al blog de Carmen.

Como tenía unas ciruelas hermosas de la huerta de mi madre, comencé preparando el dulce de ciruela, todavía en ese momento no descartaba hacer el bonito, pero después de mucho buscarlo no lo conseguí.
Por las indicaciones no tenía claro si eran ciruelas en almíbar o tipo mermelada, pero el nombre "dulce de..." me recordaba al dulce de membrillo que hacía mi abuela, una delicia que se cortaba como una conserva y me apetecía hacerlo de esta manera.
No tengo la receta exacta porque mi madre lo hace a ojo, así que no me quedó más remedio que buscarla.
En esta búsqueda encontré un dulce de ciruelas de mi querida Irmina y se me iluminaron los ojos porque era justo lo que quería, que cerca lo tenía!!

Y esta es la receta, yo hice la mitad:

• 300 gr de ciruelas rojas (yo usé una variedad que le llamamos "huevo mulo")
• 135 gr de azúcar
• 50 ml de agua
• 1 palo de canela
• 1 vaina de vainilla

Abrimos las ciruelas por la mitad, retiramos el hueso y ponemos en un caldero con el agua, la canela y la vainilla.
Cocemos a fuego suave durante 30 minutos, hasta que veamos que las ciruelas están blandas.
Dejamos enfriar, retiramos la canela y la vainilla, pasamos las ciruelas por un colador, aplastando bien con el dorso de la cuchara para extraer toda la pulpa, incluso la que queda por la parte inferior del colador.

Para hacer el cálculo, Irmina lo explica genial en su entrada, se hace una regla de tres. Por 600 gr de pulpa necesitamos 450 gr de azúcar. Así que por 180 gr de pulpa que yo obtuve, utilicé 135 gr de azúcar. Así, sea cual sea la cantidad de fruta, siempre obtendremos la cantidad justa de azúcar.
Volvemos a poner la pulpa extraída en el caldero, añadimos el azúcar y removemos a fuego suave hasta que el azúcar se haya disuelto. Subimos el fuego y sin dejar de remover, mantenemos hasta que hierva. Cuando veamos que el fondo del caldero es visible al pasar la cuchara de un lado a otro, ya está lista.
Tendremos los tarros o envases lavados y bien secos, los untamos con un poco de aceite y vertemos la mezcla caliente, tapamos y guardamos en un lugar fresco y oscuro. Con estas cantidades me dio para dos flaneras mediadas.

Lo ideal es desmoldarla antes de servir, cortar y acompañar de una rebanada de pan, incluso con galletas, como tomaba mi padre el dulce de membrillo, ohhh, se me hacía la boca agua sólo de pensarlo.
Hasta aquí todo perfecto, yo toda organizada la preparé con bastante antelación para que fuera tomando consistencia, peroooo... cual no es mi sorpresa que al desmoldar compruebo que no había cuajado lo suficiente.

La consistencia es más espesa que la de la mermelada, pero no la pude cortar como yo quería, eso sí el sabor es fabuloso, fue un acierto añadir la vainilla a la receta original, ya que esta variedad de ciruelas no es tan dulce y la combinación de canela y vainilla ya la uso habitualmente en todas las mermeladas y me encanta, así que en esta preparación también tenía que ir bien y no me equivoqué, una delicia!!!
El resultado no ha sido el que buscaba y no puedo decir eso de "reto superado", pero me ha gustado tanto la textura y el sabor obtenido, que a partir de ahora utilizaré este método en lugar del que utilizo habitualmente para hacer mermelada, así que sólo por eso la experiencia ha sido positiva y por lo poco que ha durado creo que no les ha importado mucho que se cortara o no, estaba realmente exquisita!!!
Que la disfruten!!!