Pizza de marisco con masa casera, fina y crujiente

Les traigo una deliciosa pizza para disfrutar el fin de semana, que es cuando más relajados estamos y nos salimos un poco del plato.

Sigo probando todas las masas a ver cual es la que más me gusta y tengo un ligero problema, me gustan todas!!! Vaya dilema para quedarme con una definitiva!!!

En este caso, la masa que he utilizado es la de Jamie Oliver. Nos ha gustado tanto o más que la anterior que publiqué aquí, en este caso lleva como variante la harina de sémola, tanto en la masa como para espolvorear en la mesa en el momento que la estiramos y tengo que reconocer que le aporta un sabor especial.

Como ya saben tod@s, no me gusta el queso y obviamente no se lo pongo a nada y en la pizza no iba a ser menos. Como ya les comenté en aquella ocasión, aunque pueda sonar extraño, las pizzas sin queso para mí son perfectas, no las conozco de otra manera y son como tomar una focaccia, pero más completa!!!

Cuando hago una masa, me gusta hacer cantidad suficiente para congelar para otras ocasiones, así que las cantidades reflejadas son para unas 8 pizzas, de unos 26-28 cm de diámetro y finitas, aproximadamente unos 125 gr por persona. Si les gustan más gruesas, dividir en porciones de unos 150 gr.

Recomiendo a tod@s los que todavía no se han atrevido a prepararla de manera casera que lo intenten, porque no hay comparación alguna entre estas y las compradas. Les aseguro que no supone ningún esfuerzo extraordinario que no puedan realizar.

Como una imagen vale más que mil palabras, les dejo el vídeo de Jamie que es por el que me he guiado tanto para los ingredientes como para el amasado y donde pueden comprobar la sencillez de la receta. Los trucos son de Salomé!!!

Vamos a ver qué necesitamos y cómo se prepara:

Para la masa:

• 800 gr de harina de fuerza
• 200 gr de sémola de trigo 

O 1 kg de harina de fuerza en caso de no tener sémola

• 550 ml de agua tibia (no más de 37º)
• 1 cucharada de sal
• 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 14 gr de levadura panadero seca (2 sobres)
• Un poco de semolina extra

Para el relleno:

• Salsa de tomate
• Langostinos
• Mejillones
• Almejas 
• Atún
• Aceite de albahaca
• Orégano
• Aceite de guindilla o tabasco (opcional)

Colocamos las harinas sobre la encimera, hacemos un volcán, abriendo bien y subiendo en altura los laterales, para que no se escape el líquido que echaremos a continuación.

Agregamos el agua despacio para que no se desborde y con un tenedor removemos a la vez que vamos incorporando harina de los contornos del volcán hacia el centro. Paramos y añadimos la sal, el aceite y la levadura de panadero. Continuamos removiendo y trayendo al centro poco a poco toda la harina. Cuando nos cueste ya trabajar con el tenedor, metemos las manos y comenzamos a trabajar la masa, uniéndola toda al centro para hacerla más maleable, amasamos haciéndola rodar hacia atrás y hacia delante, con la mano izquierda la estiramos hacia nosotros y con la derecha empujamos en sentido contrario, hacia delante. Repetir durante diez minutos, hasta que tengamos una masa lisa y elástica (al hundir el dedo recupera la forma).

La voleamos, la ponemos sobre la mesa y vamos girando a la vez que arremetemos la masa hacia el inferior hasta conseguir una bola uniforme y elástica. La colocamos en un bol enharinado y le ponemos un poco más de harina por encima, tapamos con un paño húmedo y dejamos levar en un lugar templado, entre 45 minutos y una hora o hasta que haya doblado su volumen.

Transcurrido el tiempo de reposo, la pasamos a la encimera enharinada y amasamos durante un buen rato para que pierda el aire.

En este momento la tenemos lista para usar.

Dividimos la masa en porciones de aproximadamente 125 gr. Las que no vayamos a utilizar las envolvemos en film transparente y refrigeramos o congelamos.

Precalentamos el horno a 250º.

Para hacer nuestra pizza, pasamos una porción a la mesa enharinada con semolina y con ayuda de un rodillo vamos estirando, girando la masa un cuarto y seguimos estirando y girando hasta que nos quede con un diámetro de unos 26-28 cm.

Para conseguir una masa más crujiente y no se ablande por la humedad que puedan soltar los ingredientes, la colocamos ya estirada sobre la bandeja de pizza que previamente tendremos preparada con papel de hornear o untada con aceite, la acomodamos con las yemas de los dedos hasta que cubra toda la superficie de la bandeja. La tapamos con un paño y dejamos reposar 15 minutos.

Mientras tanto preparamos todos los ingredientes que vamos a utilizar para luego añadirlos lo más rápido posible y no se enfríe la masa.

Transcurridos los 15 minutos, cubrimos la masa con la salsa de tomate y horneamos en la parte baja del horno 5 minutos.

Sacamos y colocamos el resto de ingredientes. Agregamos los aceites al gusto y volvemos a hornear durante 8-10 minutos más, dependiendo del grosor, esta vez en la parte central del horno, hasta que esté dorada y crujiente.

Sacamos y podemos añadir otro chorrito del aceite que más les guste o tabasco.

Una pizza para mí exquisita, con todo el sabor del mar!! Por supuesto, no hace falta decir que si les gusta el queso no tienen sino que añadirlo en la cantidad que más les guste.

A tener en cuenta:
-La temperatura ideal para que leve la masa es en torno a los 25º. En caso de que haga mucho frío, precalentar el horno a 30º durante 5 minutos, apagar y meter la masa.
-La masa que no vayamos a utilizar hay que refrigerarla o congelarla. La que vayamos a utilizar es mejor extenderla y hornearla cuanto antes, que no transcurra más de 15 minutos entre una cosa y otra.
-Al estirar la masa nunca hacer un vaivén adelante y atrás con el rodillo, sino estirar, girar un cuarto y volver a estirar hasta conseguir un círculo fino.

Que la disfruten!!!