Broa de milho

Me sumo al grupo de Bake the world!! Yo, una simple aficionada, que nunca he hecho un pan de verdad en mi vida, salvo preparados panificables!! A veces pienso que soy una osada por meterme en estos berenjenales, pero la única forma de aprender es practicando y esta es una manera extraordinaria de poner a prueba mi capacidad y paciencia!!

Este grupo nace con la idea de hacer llegar a todas las casas el pan de todas las regiones, pero a la vez de aprender, con aciertos y errores (que serán los más en mi caso), compartir experiencias y divertirnos. Si quieres unirte sólo tienes que mandar un email a Clara, pincha en el enlace del blog y ahí tienes  su dirección, además verás los panes que han preparado el resto de participantes.

Acompañada de unas compañeras maravillosas y unas artistas de las que tengo mucho que aprender, seguro que el camino es menos duro.

La propuesta para este mes de septiembre es una broa de milho, un pan tradicional del norte de Portugal y Galicia elaborado principalmente con harina de millo. Es un pan denso, con una corteza crujiente y una miga tierna, dulzona.
El origen del millo se encuentran en el sur y centro de Estados Unidos y fue traído a España por Colón.
En Canarias siempre se ha cultivado el millo y su grano se usa para muchas preparaciones. Además del tradicional gofio, también podemos encontrar un pan de millo, sobre todo en los pueblos,  con unas características similares, aunque la corteza es más blanda y mucho más dulce.
He visto vídeos y he leído sobre la historia y elaboración de la versión portuguesa. Suelen escaldar primero la harina de millo con agua caliente y cuando está fría añaden el resto de ingredientes. En otros casos me he encontrado con que mezclan todos los ingredientes de una vez, salvo la sal.
La teoría lo aguanta todo, pero al llegar a la práctica, la cosa cambia y se complica.
No he tenido muy buena semana, mis migrañas no me han dejado hacer mucho y casi no participo con la ilusión que me hacía, pero al final, después de dos intentos y cogiendo impulso he llegado.
Fruto de este retraso no me he liado a escaldar ni nada, no tenía tiempo, ya que lo hice ayer sábado, así que todo a la olla como se dice y este es el resultado.

Esta es la proporción que he utilizado:

• 250 gr harina de millo
• 250 gr harina de trigo
• 300 gr de agua (me sobró un poco)
• 15 gr de levadura fresca
• 6 gr de sal

En un bol grande mezclé las harinas. Por otra parte, calenté el agua, no más de 35º. Aparté la mitad para disolver la levadura.
Abrí un hueco en las harinas y añadí el agua con la levadura, mezclé hasta ligar y pasé a la encimera donde empecé a amasar, añadiendo agua según lo iba necesitando hasta que la notase manejable. No debe quedar dura, pero tampoco blanda y pegajosa, me sobró un poquito, igual la llevaba toda. Cuando estaba todo bien integrado, extendí la masa y añadí la sal. A partir de ahí comencé el amasado durante diez minutos, extendiendo con la palma de la mano, plegando sobre sí misma, girando un cuarto y así hasta finalizar los diez minutos.
Pasar a un bol enharinado y tapar. Reposar durante dos horas, la mía levó en poco más de una hora.
Pasarla la masa a una fuente de horno forrada con papel de hornear, hacer unos cortes en la superficie y espolvorear con un poco de harina.

Llevar al horno precalentado a 220º durante cuarenta minutos. Si vemos que se dora mucho se puede bajar a 210º. Para saber si está hecho golpear por la parte inferior, debe sonar a hueco. Una vez terminado pasar a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortar.
En mi opinión no sé si le faltó tiempo de horno, más calor o más humedad, como dije, es la primera vez y no sé exactamente cómo debía quedar.
El primero que horneé que fue un fracaso me pareció salado y bajé de 10gr a 6gr, sin embargo este segundo me pareció soso, pero con un poco de mermelada o aceite de albahaca con sal maldón, no se notaba esa carencia, es más la rebanada con este aceite y la sal me pareció aún más deliciosa que la de mermelada. No se me ha desmigajado, está más bien denso, no sé si porque es así o porque le faltó subir más.

Pan de millo comprado ayer en San Mateo

Si lo comparo con el nuestro no tiene nada que ver, como verán en la foto. No sólo en apariencia sino en sabor, el de aquí es un pan muy dulce, similar a un pan de huevo.
Así y todo, ha sido mi desayuno de hoy y eso es gratificante cuanto menos. El saber que lo has hecho con tus propias manos lo hace mejor. Tiene una textura diferente a la de cualquier pan que he probado hasta ahora y me ha gustado mucho!!
Espero seguir aprendiendo y poder manejar algún día el pan y no como ahora que él me maneja a mí y dejar de cruzar los dedos para ver qué demonios me sale del horno!!!
Lo intentaré más adelante escaldando la harina de millo y conseguir que suba un poco más.
Espero que les guste y muchas gracias Clara por tu ayuda!!
Es un placer formar parte de este grupo, estoy deseando ver que nos trae octubre y seguir aprendiendo!!
Que lo disfruten!!