Torrijas tradicionales

WHOLE KITCHEN EN SU PROPUESTA DULCE PARA EL MES DE MARZO NOS INVITA A PREPARAR UN CLÁSICO DE LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA: TORRIJAS

Dado que se acerca la Semana Santa, hay que ir preparando las recetas más tradicionales de estas fechas. Hoy toca torrijas. Un clásico, muy sencillas de preparar y muy sabrosas. Ya publiqué hace tiempo unas torrijas diferentes, con naranja, que me resultaron deliciosas y que pueden ver aquí.

Como sabrán, surgen como aprovechamiento del pan sobrante y consiste básicamente en remojar el pan en leche, rebozar con huevo y freír en abundante aceite.

A partir de ahí las variantes son tantas como nuestra imaginación nos permita. Se pueden aromatizar con canela y endulzar con miel. También es común sustituir la leche por vino o licor; emplear cáscara de limón o naranja, un palo de canela o una vaina de vainilla para aromatizar la leche y para el rebozado final una mezcla (en iguales proporciones) de canela en polvo con azúcar, incluso acompañarlas o rellenarlas con crema, pero eso lo dejo al gusto de ustedes. Además de esto, hoy en día es muy habitual encontrar en las panaderías un gran pan en forma de barra elaborado con harina refinada especial para torrijas.



Estas torrijas son las que siempre hemos hecho en casa, las que mi madre nos servía acompañadas de lo que llamábamos "miel del león". Esta miel, que más tarde descubrimos que no lo era, no es otra cosa que un sirope llamado "Lyle's Golden Syrup", la de la lata verde y era muy común que estuviese en todas las despensas canarias. Una tradición que en casa seguimos conservando.


Ingredientes (para 8 torrijas):

• 300 ml de leche templada
• 80 gr de azúcar
• 8 rebanadas de pan blanco
• 3 huevos
• 6 gr de canela en polvo
• Aceite de oliva para freír

Poner la leche templada en una fuente grande, a ser posible rectangular, añadir la mitad del azúcar y la canela y mezclar. Introducir el pan durante unos minutos dándole vueltas para que se impregne bien. Pasar por el huevo batido y freír por ambas caras hasta que estén doradas. Pasar a una fuente con papel absorbente para quitar el exceso de grasa. 

Mezclar en una fuente el resto de azúcar y canela y rebozar por ambas caras las torrijas hasta que estén bien impregnadas y servir. Según el día hago esta versión o bien no las rebozo con azúcar y canela y las sirvo directamente con "miel". En cualquiera de los dos casos están muy buenas y cualquier excusa es buena para hacerlas.

Si acabadas de hacer están buenas, al día siguiente están mejor.

¡¡Que las disfruten!!