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Bundt cake de chocolate y café con salsa de frutos rojos

Cómo disfruto con estos bizcochos, no hay uno que no me guste, esa humedad que mantienen en su interior me pirra y como siempre digo, según pasan los días está mejor, cosa que no pasa con un bizcocho común.

Nada más ver este bundt cake, sabía que no tardaría mucho en hacerlo, porque todos los ingredientes que lleva suelo tenerlos en casa y la combinación chocolate-café es fabulosa.

Si no les gusta el café en los postres no se preocupen, porque aporta un toque tan sutil que apenas se aprecia, pero marca una diferencia con respecto al bundt cake de chocolate que ya tengo publicado y que es mi bizcocho de cabecera en cualquier reunión, ya que el café potencia el sabor del chocolate y le aporta más jugosidad.
La salsa de frutos rojos es la guinda para este bizcocho, es más diría que lo eleva a una categoría superior porque la combinación del chocolate intenso con la acidez de los frutos rojos es el complemento perfecto.

Es ideal para compartir con nuestros invitados y el momento en que vertemos nuestra salsa sobre el bizcocho ya es la bomba, además de resultar de lo más atractivo.

¡¡Sin más vamos con la receta!!

Fuente: Cook the cake
Ingredientes:
  • 225 gr de mantequilla pomada
  • 300 gr de harina
  • 100 gr de cacao en polvo (tipo Valor)
  • 1 cucharadita de polvos de hornear (tipo Royal)
  • Una pizca de sal
  • 15 gr de café expresso instantáneo (yo usé tres cápsulas de café expresso con sabor vainilla, unos 120 ml)
  • 125 ml de leche
  • 125 ml de nata fresca (35% materia grasa)
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 350 gr de azúcar caster o normal
  • 4 huevos L
Para la salsa de frutos rojos:
  • 300 gr de frutas del bosque (yo usé un mix de frutas congeladas que incluye arándanos rojos, grosellas, fresas y frambuesas)
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharadita de maizena + un poco de agua
Comenzamos pesando la mantequilla y cortamos en tacos para que ablande más rápido.

Pesamos el resto de ingredientes y disponemos todos en la encimera, así a la hora de ir incorporando es mucho más rápido. Hacemos el café, pesamos y dejamos enfriando. Ponemos en un bol los huevos y los batimos ligeramente.

El momento molde nos lo tenemos que tomar con tranquilidad, aunque esté lavado, siempre repaso todas las hendiduras con un paño limpio ligeramente humedecido, ya que es importante que no tenga ningún resto de grasa del uso anterior. Para lavar el molde les recomiendo que lo llenen con agua caliente y jabón y dejar reposar un buen rato. Luego limpiar con esponja suave para no rallarlo y volver a repetir la operación. Si notan algún resto de grasa, pulverizar con un antigrasa y lavar inmediatamente con agua y jabón. Secar bien y guardar protegido para evitar roces.
Engrasamos el molde con mantequilla derretida o spray y con ayuda de un pincel llegamos a todos los recovecos del molde y pincelamos en sentido ascendente para ayudar a que suba nuestro bizcocho.

Precalentamos el horno a 180º.

En un bol tamizamos la harina, el cacao, los polvos de hornear y la sal. Reservamos.

En otro bol, mezclamos el café con la leche, la nata y la vainilla. Reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que blanquee y obtengamos una crema suave. Unos tres minutos a velocidad máxima. Yo lo hago con la pala en la kitchenaid.
Los huevos se incorporan uno a uno, no se incorpora el siguiente hasta que el anterior esté completamente integrado, por ello los suelo batir e incorporar de tantas veces como huevos lleve la receta, en este caso de cuatro veces.

Seguimos a velocidad baja y comenzamos añadiendo primero una tercera parte de la mezcla de harina y luego la mitad de los líquidos, así sucesivamente, alternando unos y otros de tal manera que empecemos y terminemos con la harina.

Vertemos la mezcla en el molde, siempre dejamos caer en un lateral y que ella sola se vaya acomodando por todo el molde. A continuación hundimos la espátula en la masa por distintos sitios, aplanamos la superficie y damos unos golpes al molde sobre un paño para asegurarnos que la masa esté bien repartida y no queden burbujas.
Colocamos el molde en el centro del horno, sobre una rejilla. Horneamos unos 50º minutos o hasta que al insertar una brocheta salga limpia. Como cada horno es un mundo, si se diera el caso que la superficie se dora antes de terminar el horneado, colocar un trozo de papel de aluminio por encima y continuar horneando.

Los últimos minutos son fundamentales, porque en ese momento pasa de estar todavía un poco húmedo a estar seco en casi nada.

Una vez la brocheta salga limpia, sin ningún resto, sacamos el molde del horno y lo colocamos sobre una rejilla durante diez minutos exactos, ayúdense de un temporizador, porque no es la primera vez que se me olvida en la encimera, es lo que tiene hacer tantas cosas a la misma vez.


Transcurrido el tiempo, con unas manoplas para no quemarnos, levantamos el molde y hacemos movimientos muyyy suaves de izquierda a derecha, además golpeamos el molde con suavidad sobre un paño (para que no se estropee el molde) para ayudar a que se desprenda del fondo y damos ligeras sacudidas de arriba a abajo, yo suelo acercar el oído y se nota cuando está desprendido. Ponemos una rejilla sobre el molde, volteamos y no cruzo los dedos porque los tengo ocupados, pero invoco a todo lo que esté por ahí arriba para que se desprenda perfectamente. Normalmente desmoldan genial, pero siempre hay una dichosa vez que no lo hace y me pone furiosa. Estos moldes son tan bonitos, que si después del curro, se queda un trozo pegado dentro del molde, te dan ganas de morder a alguien y cuando salen perfectos das saltitos de alegría.

Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. Estos bizcochos acabados de hacer están muy tiernos, por lo que si los cortamos en caliente se nos desmigaja con facilidad.

Como siempre digo y no me canso de hacerlo, están mejor al día siguiente, el bizcocho se ha asentado y los sabores son más intensos.
Mientras se enfría el bizcocho, preparamos la salsa.

Disolvemos la maizena en un poco de agua.
Ponemos las frutas sin descongelar (en mi caso) en un cazo, agregamos el azúcar y ponemos a fuego medio, removiendo constantemente. Agregamos el agua con la maizena y seguimos removiendo. A medida que van ablandado yo las aplasto con el dorso de la cuchara, dejando alguna más entera que otra. Dejamos cociendo hasta que la salsa haya espesado un poco. Retiramos del fuego y reservamos.

Verter sobre el bizcocho o como he hecho yo, añadir a la porción de bizcocho que vas a tomar. Esta salsa cunde bastante, por lo que puedes congelar la que no vas a utilizar. En cualquier caso dura varios días en la nevera perfectamente. Aconsejo hacer de más para que sobre, porque es el acompañamiento ideal de un helado, tortitas o lo que se les ocurra.

Sin duda es un bizcocho delicioso, con un sabor potente y la compañía de la salsa le viene de perlas, hacen un dúo perfecto y cada bocado es un lujo.

¡¡A disfrutarlo!!

13 comentarios:

  1. Sabes que el chocolate es mi debilidad. Ayer hice tres bundt cake (tenemos celebraciones este fin de semana) y ahora solo voy a pensar en el tuyo!! Toda una tentación.
    Un beso guapísima.

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    1. ¿¿Tres Deborah?? Seguro que caen todos con lo ricos que están, lo mejor es hacer estas maravillas para compartir, porque es un peligro tenerlos a la vista todo el día!!
      Cuando lo pruebes ya me cuentas, te va a encantar!!
      Besos

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  2. Hola preciosa! Me ha encantado tu bundt de hoy y es que el café en la repostería me vuelve loca!

    Ya me he copiado la receta, pero tengo una duda, dices que son 15 gr de café espresso, es decir, en polvo no??? Pero tú hiciste 3 capsulas de café, no las pesaste? No sabes a cuanto líquido equivalen?

    Besos!!! Paula

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    1. Hola guapa. Queda muy rico y el café acentúa el sabor del cacao.
      Gracias por tu comentario, se me había pasado anotarlo. Yo hice tres cafés cortos de nespresso, unos que uso para repostería con sabor a vainilla, sobre 120 ml.
      Mira que repaso una y otra vez todo por si acaso, pero siempre se escapa algo.
      Ya me cuentas cuando lo hagas.
      Besosss

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  3. Si que es para disfrutarlo!
    Qué razón tienes Tesa, yo no soy muy amante del café y, sin embargo, un toquecito le va que ni pintado al bizcocho de chocolate y realza su sabor. Te ha quedado de lujo.
    Un besito :)

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    1. El café hace esa función, tampoco me vuelven loca las cosas con café, a pesar de que soy cafetera al máximo, lo tomo solo y bastante fuerte, pero la combinación con chocolate me encanta porque apenas se nota.
      Besotes preciosa!!!

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  4. Além de lindo tem uma combinação de sabors que eu adoro, com esse molho ficou ainda melhor.
    Vou levar a receita.

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  5. Qué maravilla de bundt cake, tiene que estar delicioso. Buen fin de semana

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  6. ¡¡Pero qué preciosidad de bundt cake, Teresa!! Nada más que lo vi en facebook me enamoré de él. ¡¡Te ha quedado perfecto!! ¡¡Y con lo que me gusta a mi el chocolate!! Tanto solo o acompañado de esa salsa de frutos rojos, tiene que ser un bocado exquisito, y si al día siguiente aún está mejor, pues creo que es el bizcocho perfecto. Besitos.

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  7. tiene una pinta absolutamente tentadora, me encanta.Te diré que mi molde bundt cake ya lo he estropeado. Porque las dos primeras veces que lo usé, todo perfecto, pero las dos siguientes se me pegó el bizcocho y lo engraso y todo igual.Y claro para poder sacar el bizcocho metí una espátula pero rallé el moldé, y ya tiene varios rallones así que ya no creo que lo pueda usar más, imagino que haya perdido las propiedades, no quiero sabermás deestos moldes jajaj mierrrrda. Un beso muy fuerte (hoy me llevo tu telita, la rejilla, y la cucharita:)

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  8. por cierto estoy de sorteo en el blog animate guapetona

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  9. Lo haré seguro, aunque, como no tengo molde de bundt, lo haré en alguno de mis moldes clásicos. Soy como tú: chocolate y café, siempre vienen bien. Es una chifladura ver ese color intenso del chocolate con la salsa de frutos rojos. Bufffffffffff...
    Besitossssssssssss

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  10. Un bundt cake precioso que seguro que está también buenísimo, sobre todo con esa salsita por encima =)
    Un besazo!

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